A todos nos gusta tener algún amigo con el cual contar, un amigo que en momentos difíciles pueda estar con nosotros, curiosamente, a pesar de que todos deseamos tener uno así, pocas personas cuentan con la suerte de poseer uno.
La mayoría de las veces, el término amistad nos engaña, creemos que tenemos amigos, cuando en realidad son compinches. Son esas personas con las que siempre salimos de juerga, aquellas que entre abrazos y tragos, nos dicen cuánto nos aprecian, nos sacamos fotos con ellos, brindamos y contamos los chistes que aunque no tengan gracia, nos hacen reír. Esos que en todo momento nos llaman, porque hay una fiesta en el lugar de moda, o en la casa de alguien más, que dicho sea de paso, a pesar de conocerle de poco tiempo también es nuestra amistad!!! Nueva, pero es nuestr@ amig@.
Aterrizo y observo con tristeza que lo que siempre tuve fue compinche. A mis amigos los puedo contar con los dedos de una mano y sobran. Curiosamente, esos amigos de verdad, no son con los que siempre salgo, no son con los que estoy en todas las fotos de mi Facebook y no son aquellos que me llaman para ir a alguna fiesta... esos amigos son los que menos veo, pero que siempre tienen una palabra de aliento, un abrazo de apoyo o simplemente están ahí, aunque físicamente no los vea. Son esas personas que no dejan que te sientas sola, aunque no haya nadie más a tu alrededor.
Esos son los amigos, los que en las buenas te sonríen, pero en las malas están ahí, al pie de cañón. Son aquellos que si se tienen que desvelar contigo porque tienes una tristeza o enfermedad, se quedan, aunque al día siguiente debas madrugar para ir a trabajar.
Me costó mucho tiempo aprender a diferenciar entre un amigo y un compinche. Antes decía que tenía MUCHOS amigos, era la más amiguera del lugar, todos me querían... hasta que aterricé un día, me estrellé y al estar mucho tiempo alejada de aquellos que creía mis amigos, caí en cuenta que eran solo compinches de buenos momentos.
Hoy estoy mejor que antes. Solo tengo a las personas correctas en mi vida, aquellas que suman y no restan, tengo la gente justa a mi lado y al tener menos, se convierten en más.