Recuerdo un profesor de teatro que tuve cuando era adolescente, él es uno de los próceres teatrales de este país, así que sus enseñanzas en el poco tiempo que estuve como alumna, fueron recibidos como agua en una esponja. Un día de diciembre, nos encontrábamos todo el alumnado en un área abierta, preparando una obra teatral que llevaríamos a un orfanato con motivo de la navidad, cuando de pronto vino una fuerte brisa y levantó el peluquín del profesor… a la primera levantó muy elegantemente su mano y mantuvo el bisoñé en su lugar, vino otra brisa y nuevamente realizó la misma maniobra, a todo esto, él intentaba hacerlo con disimulo para que nosotros “no nos diéramos cuenta” que usa peluca.
Pero el “profe” no se esperaba que el duende de Santa que andaba merodeando por esos días, viniera a hacer una travesura aún más fuerte… y sin que se diera cuenta, sin que estuviera preparado, ZAZZZ!!! Un viento aún más fuerte que los anteriores despegaron su peluquín color azabache… aún recuerdo al “profe” correteando su bisoñé y tratando de arreglárselo, pobrecito, me imagino la vergüenza que sintió.
Pero eso les pasa por querer disimular lo inevitable: la calvicie. ¿Y quién ha dicho que la calvicie es algo que denigre a un hombre?, ¡Si vieran lo ridículos que lucen con esos peluquines que se ven más falsos que un billete de 7 dólares!
Luce más interesante un hombre que acepte su calvicie con dignidad, eso demuestra que para él, el cabello no es lo que lo hace más hombre, ni más joven, ni más atractivo. ¡Y es que hasta hay hombres jóvenes calvos, eso no es asunto de viejos!
Conozco a un recién graduado de Ingeniero Civil, no llega aún a los 25 años y la mitad de su cabeza está completamente calva ¿Y qué hizo?, se tiró abajo el poco cabello que le quedaba y ahora luce más interesante y sexy que antes. Si él hubiese optado por ponerse un peluquín, yo habría sido la primera en secuestrar esa mini alfombra de cabeza y tirarla en una hoguera.
Esas ridículas peluquitas nítidamente peinadas, sin ningún pelo fuera de lugar y que a leguas se ven como si fueran cabello de muñeca almidonada y aprovechar que está tan de moda raparse todo el cabello.
Y es que cada día veo más calvitos por la calle (a unos les asienta de una manera bárbara, pero a otros no los ayuda mucho, sin embargo, les queda mejor que recurrir a las “alfombritas de pelos”, porque hay que admitir que hay algunos calvitos muy sexys, Vin Diesel y Bruce Willis, por ejemplo).
Pero si están a tiempo (y el bolsillo les permite), no veo nada de malo para que se hagan sus tratamientos e intentar salvar su tan bien amada melena, de repente es ella la que les da la fuerza y vigor al mejor estilo del heroico Sansón. Hay miles de productos que cada día salen en el mercado para ayudar a combatir la caída del cabello, los anuncian en las revistas, en la televisión, en las clínicas especializadas, en las estéticas, solo es cuestión de tener suerte y dar con el adecuado (y con el que de resultado). No tengo nada en contra de ello, al contrario, si pueden hacerlo, háganlo, porque también es lindo tener cabello. ¡¡¡¡Pero los peluquines, NOOOOOOOOOOO por favor!!!!
Hablando de tratamientos me vino a la mente los famosos “injertos” y enseguida pienso en LUIS MIGUEL, que de tanto darse jalones de pelo cuando cantaba, que comenzó a quedar con mechones de cabello en sus manos, así que tuvo que salir corriendo a que le quitaran cabello del área de la nuca y se los sembraran en sus entradas.
Por suerte a “LuisMi”, no le dio por ponerse peluquines y a tiempo se arregló su blonda melena (y en sus conciertos ya no se da esos jalones de cabello). Creo que aprendió la lección.
Por los demás, recuerden, NO USEN BISOÑÉ, por favor, que eso se nota y no luce bonito, no luce sexy, un hombre con cabello, no es necesariamente un hombre interesante, joven o inteligente, eso está en la actitud, en el comportamiento, en el corazón y en su estilo de vida, no en el cabello. Y esto es sobre todo con los "más pasaditos de edad", que se niegan a dejar avanzar el trencito de los años y aceptar que ya no son unos jovencitos (a veces estos "toupees" vienen con un look setentero como un plus para "ligar chicas", al mejor estilo de Donald Trump).
1 comentario:
Me hiciste recordar a mi papá cuando hace años usaba peluquín.
Creo que no hubo un día más feliz que cuando dejó de usarlo.
Saludos
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